La paradoja de la TV: desencadena obesidad, pero vende delgadez

La paradoja de la TV: desencadena obesidad, pero vende delgadez

21 de junio de 2016.
Columna de la Dra. Mónica Katz, Directora de posgrados en Nutrición de la UF.

Nutrición

La importancia del consumo crítico ante la imposición de modelos feroces de belleza.

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Estudios confirman que el grado de insatisfacción y la búsqueda de la delgadez se asocian con el tipo de programas que eligen las mujeres.


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Son numerosos los estudios científicos que señalan a la tecnología como responsable de la epidemia de obesidad que azota al mundo. Y es realmente paradójico que la televisión, señalada como uno de los factores que más inciden en la obesidad –sobre todo, la infantil- sea justamente el medio que más banaliza la belleza, al proponer feroces modelos de delgadez.

¿Alguna vez te pusiste a pensar en qué mujeres vemos en la televisión? Se trata de aquellas que muestran sus cuerpos en ajustadísimas ropas, súper producidas, vestidas a las moda.

Si bien las mujeres han ganado espacios que antes eran exclusivos de los hombres (conductoras, productoras, directoras), aún mantienen ese rol de ser las responsables de “calentar la pantalla”. Actualmente, la belleza es el parámetro que determina quién trabaja en la TV.

Marika Tiggemann -docente de la Universidad de Flinders en el sur de Australia- llevó adelante una interesante investigación que consistió en evaluar a las jóvenes norteamericanas y sus consumos televisivos. Su estudio concluyó que sí existe una relación entre los contenidos que elegimos ver, el malestar con el cuerpo y la búsqueda de la delgadez. Tiggemann reveló que el grado de insatisfacción y la búsqueda de la delgadez se asocian con el tipo de programas que eligen las mujeres, como novelas, películas y deportes.

No estoy avalando la teoría de la aguja hipodérmica, desarrollada entre el 1930 y 1940, que señala que los estímulos de los medios impactan directamente en la mente del público. Pero si nos exponemos durante horas a una secuencia de programas de televisión donde las panelistas son flacas, jóvenes, lucen perfectas y visten a la moda, no es extraño que a la hora de acostarnos nos sintamos “menos” espléndidas. Menos jóvenes, menos delgadas, menos perfectas. Por eso es clave comprender y recordar que somos más que un cuerpo. Somos mujeres valiosas y únicas por nuestras cualidades internas y no por nuestra figura.

La importancia del consumo crítico

La televisión no es tóxica, debemos entenderla como un mero medio de comunicación. El problema radica en dos factores. Por un lado, enlos contenidos que se producen y reproducen, y por otro, en la ausencia del consumo crítico. Somos nosotros quienes debemos discernir qué programas nos hacen bien, cuáles nos nutren, cuáles nos motivan y nos hacen soñar. Y cuáles no.

Son numerosos los antecedentes que dan cuenta de que la tecnología contribuyó a dibujar (o desdibujar) una realidad. Por ejemplo, Benito Mussolini se tomó una fotografía subido a un caballo para mostrarse más poderoso y mandó a borrar al hombre que le sujetaba el animal. En 2002, en una foto de un torneo deportivo de la Universidad de Wisconsin, EE.UU., se insertó digitalmente a un estudiante de color en una de las tribunas para dar una imagen de inclusión.

Entonces, no debemos tomar la realidad que diseñan los medios como una verdad absoluta. Debemos reflexionar sobre la realidad que diseñan los medios de comunicación, porque es la misma que nos impone reglas, productos, comportamientos, normas sociales, ideales, modelos, estereotipos, convenciones y mandatos.

¿Cuál es el sentido de idealizar a esas mujeres que se ven flaquísimas en trajes de baño, cuando la mayoría de las mujeres no trabaja en bikini? Por el contrario, nos ponemos nuestros trajes de médica, abogada, maestra, ama de casa, pero aspiramos a la misma perfección que la vedette. Y es peligroso caer en esa trampa y creer ese mito de que ser linda te hace la vida más fácil. Tené la seguridad de que la belleza no es un pasaporte a la felicidad.

* Mónica Katz, médica especialista en Nutrición. fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Municipal Dr. Carlos G. Durand y directora de los Cursos de Posgrado de Nutrición de la Universidad Favaloro.

** Valeria Sol Groisman, periodista y Licenciada en Comunicación, co-autora de “Más que un cuerpo”., asesora pedagógica de e-learning de la Universidad Favaloro y productora de contenidos.

Extraído de: Clarín.com – Sección Buena Vida.

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